miércoles, 30 de abril de 2014

Minas demasiado minas 11: Jazmín


Hija
La que definitivamente, la que probablemente...
Madre.
La que probablemente, la que definitivamente...
Definitivamente, palabra extraña, me hace acordar a la muerte.
La que tengo, la que tendré, la que soy, la que voy a ser.
Aunque se vista de seda, muerte queda.
Olvido irrespirable, negocio, la más presente de las ausencias o la más ausente de las presencias, huida salvaje que ocupa, llena y rebalsa todo tiempo y lugar; dolor que se vuelve sombra antigua, desgarro, instinto, alivio, miseria. Más llena de complicaciones y complicidades que la vida. Contemplarla no es fácil; pálidos, feos, fríos si están adentro del cajón y si andan caminando, depende; según los vivos, los muertos. Natural, violenta, chiquita, líquida, hasta ella, hasta que nos separe, estoy muerta, lo mato, de mala muerte, muerte puta, morir en vano ¿qué carajo significa eso? ¿no es siempre vana la muerte? Mierda... Suposiciones, especulaciones; inútiles, patéticas; encima los muertos no pueden parar de hacerse amigos, o los vivos no pueden parar de hacerse amigos de los muertos.
La muerte se quiere matar y no puede
está embarazada de hojas
y ya lo dijo el poeta
todas las hojas son del viento porque...
¿por qué era? ah sí, la muerte,
hasta en ella...
la muerte transvestida
baila sola, quiere entretener y divertir
la muerte es un ama de casa
que plancha y mata al niño sin querer
la muerte se saca de encima
a otras muertes
está cansada
y se muere de belleza.
La muerte, ¿es eterna? Creo en la muerte perdurable. Amén.
Estoy embarazada y no quiero.
Estoy embarazada y quiero.
No se lo dije a nadie, ni al padre.
No se lo dije a nadie, ni a mamá.


2 comentarios:

Sancho dijo...

Me encantó esto Adriana.

Adriana Menendez dijo...

gracias, Gabi