1.- Cuca a Pocha
Chivilcoy, 14 de enero de 1980
Hola Pocha:
también nosotros.
Nosotros acá dentro de todo bien. Llegamos el sábado a la noche, mi sobrino y su novia nos estaban esperando en la estación. Bastante avispada está esa chica, por lo menos la pollerita era muy corta. El domingo vinieron los primos de Omar, por suerte se fueron temprano así que nos dio tiempo para ir a dar una vuelta a la plaza y tomar un helado. A la noche queríamos ir al cine, pero no hubo forma de convencer a Angélica, vos viste cómo es mi hermana, terca como una mula, desde que enviudó está peor.
Hoy vamos a cenar a la casa de mi hermano el Rodolfo, mi cuñada es insoportable y re tacaña, capaz que de postre nos da una naranja, no tengo nada de ganas de ir, pero quiero ver a mi hermano y si no vamos se van a enojar.
Suerte de perros che, mi hermana tiene una Pelopincho divina y a vos te parece, llueve y hace fresco. Estamos todos con pullover. Espero que cambie este tiempo de m....a, si no esto va a estar más aburrido que chupar un clavo.
Te quería pedir un favor, Pocha, si no es mucha molestia. Yo le había comprado un regalo a mi hermana y me lo olvidé arriba de la mesa. ¿Podrías mandármelo por encomienda? Nosotros vamos a estar acá como dos semanas así que si te apurás llega antes de que volvamos. Te mando esta carta certificada así te llega enseguida. Te paso la dirección para que me escribas, es la de la despensa que está acá a tres cuadras, la de la Lucina, viste que acá a lo de mi hermana el correo no llega:
Angélica D. de Saráchaga (para Cuca)
Despensa Lucina
Calle 15 entre 40 y 41
Chivilcoy
Hasta pronto, querida. Te quiere,
Cuquita.
PD: Contame cómo anda Ramón de la gastroenteritis.
2.-Pocha a Cuca
Buenos Aires, 19 de enero de 1980
Querida Cuca:
¡Tenele paciencia a tu hermana! Pobre, pasó las de Caín con la enfermedad de su marido, es lógico que esté así.
Por acá por el barrio no hay muchas novedades. Nosotros por suerte estamos bien, con mucho calor eso sí, llovió pero después salió el sol y no refrescó nada. Qué suerte que tienen ustedes de poder escaparse unos días. Yo ya no sé qué hacer con los chicos, ayer tuve que dormir la siesta con la llave de adelante abajo de la almohada para que no se me escapen a la calle.
Disculpame que te escriba como telegrama pero me tengo que poner a preparar la cena.
Mañana voy al correo, espero te llegue antes que se vuelvan, te la mando simple porque viste cómo están las cosas.
Te manda un beso tu amiga que tanto te recuerda,
Pocha
3.-Claudia a Nancy
Chivilcoy, 15 de enero de 1980
Nancy:
¿cómo estás? Yo acá con una bronca te imaginarás por qué. Cuca llegó hace cuatro días y ya no la aguanta nadie. Se instala acá enfrente en lo de la tía Angélica con ese marido pollerudo que tiene y nos mira todo el tiempo como si estuviera oliendo mierda, me tiene recontra podrida. No sé qué se piensa, que porque viene de Buenos Aires es más que nosotros. Un día de estos exploto. Y mi papá es un tarúpido que nunca le dice nada. Dice que nos tenemos que callar porque viene una o dos veces al año nada más y es la hermana mayor, y eso qué tiene que ver. No quiero ni pensar lo que debe ser tenerla de vecina. No sé cómo la aguanta la tía, ella es media hincha sí pero nada que ver con Cuca.
Con el Sergio andamos bárbaro. No sabés el pasacassette que me regaló, hermoso. Ya me dijo que apenitas la mujer se componga un poco se separa así que imaginate. No veo la hora, así nos vamos a vivir juntos y no tengo que soportar más a mis hermanos ni a mi mamá. Y ahí sí vas a poder venir a visitarme, ahora no te invito porque esta casa es un lío.
¿Cómo anda Pocha? ¿Y tu papá? La tía Cuca dijo que anduvo mal del estómago. Supongo que los mellizos les deben sacar canas verdes a todos.
Escribime pronto.
Claudia
4.-Angélica a Beba
Chivilcoy, 17 de enero de 1980
Querida prima:
Espero que al recibo de estas líneas se encuentren todos bien quedando así nosotros.
Acá llegó Cuca hace unos días, con Omar, al pobre hombre lo tiene de acá para allá. Yo la quiero y la extraño pero cuando viene a los dos días ya quiero que se vaya. Vos viste cómo es, llega y revoluciona todo. Dice que viene a descansar pero se la pasa haciendo cosas y metiéndose en la vida de todos. Yo sé que lo hace de buena, de querer ayudar, pero a veces se pasa de la raya. Ahora se la agarró con la novia del nene porque dice que se viste como una descocada. La pobre chica es un encanto, trabajadora, de su casa, lo ayuda al padre en el negocio y aparte estudia, está haciendo un curso de dactilografía para poder entrar en la municipalidad como secretaria. Hasta está pensando más adelante en estudiar inglés. Le gusta progresar, qué más puedo pedir yo para el nene. Una quiere lo mejor para los hijos y con esta chica va a poder formar una buena familia como Dios manda, qué me importa que la pollera sea un poco corta, las chicas de ahora se visten así, son modernas, no pavas como éramos nosotras.
A mí me hincha con que tengo que salir más. No entiende que no hace un año todavía que se me murió mi Juan Alberto, para qué quiero yo salir. Aparte adónde voy a ir. Pero ella es así, fuerte, como cuando se murieron papi y mami en el accidente y se hizo cargo de todo mientras los demás no podíamos parar de llorar.
Bueno, Beba, no te doy más la lata. Disculpame que me descargue con vos pero sos la única con la que puedo hablar estas cosas. Por favor, no le cuentes a nadie.
Mandale un beso a todos, especialmente a los tíos, traelos pronto que tengo muchas ganas de verlos.
Te manda un beso, tu prima que tanto te quiere y extraña,
Angélica
5.-Cuca a Beba
Chivilcoy, 17 de enero de 1980
Querida Beba,
espero que al recibo de estas líneas se encuentren todos bien quedando nosotros bien por el momento a Dios gracias.
Yo acá estoy en la casa de Angélica. Nos vinimos unos días a descansar con Omar, pero parece que es imposible. Mi hermana se está volviendo loca de los nervios con todo lo que pasa en la casa del Juan Oscar. Él se fue unos días a trabajar al campo para hacerse unos manguitos extra y esa casa se convirtió en un quilombo, disculpame la palabra pero no encuentro una mejor. Mi sobrina tiene un “novio” que tiene como quince años más que ella, está casado y tiene dos hijos, a vos te parece. Y el tipo aprovecha que mi hermano no está y entra y sale de la casa como si nada. Ya me callé la otra vez cuando lo del hijo de mi cuñada, porque hijo de mi hermano no es, si es igual al vecino de la otra cuadra, el que tiene la mercería, pero esta vez si me tengo que quedar unos días más no importa, lo voy a esperar y le voy a decir que ponga en caja a su mujer. Y de paso a su hija. Cuando vuelva te llamo por teléfono y te cuento bien porque es imposible decir todo lo que se siente cuando una ve a sus parientes en ese asco. Los que me dan lástima son las pobres criaturas que no tienen ninguna culpa. No sé para qué tienen hijos si no se pueden hacer cargo como Dios manda. Y después una que toda la vida quiso encargar y no quedó, es injusto.
Por favor, esto que te cuento que quede entre nosotras, no les digas nada a los tíos que se van a hacer mucha mala sangre. ¿Cómo andan ellos? Cuando estemos de vuelta en casa los voy a ir a visitar y les llevo la torta marmolada que tanto les gusta.
Bueno, no tengo nada más para contarte por ahora.
Cariños para todos.
Tu prima que te quiere,
Cuca
6.-Nancy a Claudia
Buenos Aires, 18 de enero de 1980
Hola Claudia:
Cuca es imbancable, mi mamá ya no la puede ni ver, pero bueno en el fondo es buena. Se hace la cheta y es media metiche pero si la necesitás está. Allá se hace la agrandada porque va de Buenos Aires y acá en el barrio viven cachándola porque sale a hacer los mandados toda emperifollada, ni que Villa Caraza fuera la Recoleta. Mi papá dice que es una culo con arandela. Mamá el otro día estaba enojada porque le pidió que le mande por encomienda no sé qué cosa que se olvidó de llevar pero mamá no puede entrar porque Cuca le sacó las llaves el año pasado. Viven sacándose el cuero pero después toman mate juntas todas las tardes, quién las entiende. Mamá aparte está insoportable, los mellizos la vuelven loca. Yo cuando estoy en casa me encierro en mi pieza, lo único que falta que me los encaje a mí, y si no me agarro la bici y me voy.
Qué bueno que estén bien con Sergio, igual no le aflojés, viste cómo son los hombres. Si te dijo que se va a separar que arregle sus cosas y lo haga, la mujer seguro que sabe lo de ustedes y se va a seguir haciendo la enferma para retenerlo.
Tengo novedades. El sábado pasado fui a bailar con mi amiga Silvia y conocí a un chico. Terminamos apretando toda la noche. Quedamos en vernos el domingo pero mi mamá no me dejó ir porque venían de visita mis abuelos. Lo peor es que no tiene teléfono así que no le pude avisar, imaginate la bronca que me agarré. El sábado que viene no voy a ir a bailar porque me dejan ir sábado por medio así que el otro voy sí o sí, espero encontrarlo.
Bueno, no tengo mucho más para contarte. Ojalá nos podamos ver pronto.
Te mando un beso
Nancy
7.-Pirucha a Beba
Chivilcoy, 18 de enero de 1980
Querida Beba:
quiera Dios que cuando te lleguen estas líneas vos y los tíos se encuentren bien de salud.
Te tengo que pedir un favor. No sé si sabés que Cuca hace unos días que vino a lo de Angélica. Y la está volviendo loca de los nervios. Vos viste cómo es, buena pero no puede parar de meterse donde no la llaman. Le quiere arreglar la vida a todo el mundo. Acá vino la otra noche a cenar con Omar y no dejó títere con cabeza. Primero, que la novia de Luisito es una ligera, pobre chica, yo me la encuentro todos los domingos en Misa. Después, que la Nancy está saliendo con Sergio, el dueño del quiosco de la plaza, yo no creo que sea verdad si también lo veo a él con la mujer todos los domingos en Misa. Después, que Angélica tendría que salir más, pobre mujer todavía está de luto mirá si va a andar por ahí, bastante que sigue yendo a Misa por lo menos una vez por mes. Encima la escuché cuando le dijo al Rodolfo “no te digo que se ponga a amasar que ya sabemos que no sabe pero por lo menos hubiera ido a la fábrica de pastas, me invitás a comer y tu mujer me da unos fideos de paquete”. Me quería morir. ¿Qué tienen de malo los fideos de paquete? Desde que se fue a Buenos Aires se cree la reina de Inglaterra. Ni hablar la cara que me puso cuando abrí la lata de duraznos para el postre. Ni un “gracias por la invitación” escuché, lo único me preguntó si no tenía crema. Mirá si voy a comprar crema con lo cara que está. Bueno, acá viene el favor que te pido. ¿Vos no podrías venir a charlar con ella y calmarla un poco? Yo sé que a vos te escucha. Porque encima ahora dice que se va a quedar unos días más hasta que Juan Oscar vuelva de trabajar en el campo, imaginate, nos va a volver locos a todos. Con que vengas un par de días alcanza, en lo de Angélica hay lugar. Nos haría muy bien a todos. Ay, qué suerte que tenés vos que no te casastes así no tenés que arreglar los problemas de tu familia política.
Mandale un beso a los tíos. Espero verte pronto, que Dios y la Virgen te acompañen.
Pirucha
8.-Beba a Angélica
Buenos Aires, 23 de enero de 1980
Querida prima:
no le hagas caso a tu hermana, ya todos sabemos cómo es Cuca. Le gusta arreglarle la vida a todos y siempre tiene una opinión sobre todo. Hay que dejarla hablar como a los locos, qué sabe ella lo que es quedarse sola. Vos pensá que te va a ver una o dos veces al año nomás. Acá también cuando viene de visita se pone pesada. Encima me trae una torta marmolada que hace que se piensa que a mamá y papá les encanta. La verdad es que le sale horrible, no terminó de irse que ya la estoy tirando, ni los pichichos la quieren.
Yo creo que tantos años de querer comprar y no quedar le alteraron la cabeza, pensá que cuando el Omar se va a trabajar, ella se queda sola todo el día, a la mañana hace los mandados y después no tiene otra cosa que hacer, nada de qué ocuparse. Es una histérica de la limpieza. Yo no fui más a la casa, entrás y enseguida te encaja los patines. Se la pasa encerando. Al pobre Omar lo vuelve loco, pobre, no puede ni ir al baño tranquilo que ella va atrás con un trapo para secar hasta la última gotita. Eso sí, brilla todo y las plantas las tiene hermosas.
Qué suerte que estás contenta con la novia del nene, ojalá que pronto tengamos confites.
Yo acá en casa siempre igual, haciéndome cargo de mamá y papá. Están grandes pobres, les tengo que hacer una dieta especial a cada uno, a mamá por la diabetes y a papá por el colesterol y la presión. Fuera de eso andan bien. Sigo cosiendo para afuera, ahora más que nada me dan pantalones. Y me compré la Knittax. Recién estoy aprendiendo a manejarla pero yo me doy maña enseguida. Ya hablé con la tienda de la otra cuadra, me dijeron que le puedo dejar los saquitos en comisión. Está todo tan caro, con la jubilación de papá sola apenas llego a los remedios. Qué le vamos a hacer, siempre que llovió paró.
En cualquier momento te vamos a visitar.
Bueno, sin más que decir me despido de vos con un beso grande,
Beba
9.-Beba a Cuca
Buenos Aires, 23 de enero de 1980
Querida Cuca:
espero que al recibo de estas líneas vos y Omar se encuentren bien de salud quedando así nosotros. Me parece bien que te quedes unos días más para ayudar a tu familia. Es evidente que te necesitan. Por un lado a Angélica le viene bien, ella está muy sola y encerrada desde lo de Juan Alberto. Siempre fue media quedada, muy dependiente de él, él hacía todo. Me imagino que ahora y encima con lo de tu hermano debe estar bastante angustiada. Eso sí, también aprendé a poner un límite, llega un punto en que que se arreglen querida. Vos siempre te estás haciendo cargo de todos, acordate cuando fue lo de tus padres, Dios los tenga en la gloria. Vos hacés lo que podés, si ellos no solucionan sus problemas y chanchullos, allá ellos.
Lo que me contás de la casa de Juan Oscar es muy delicado, ni hablar lo del hijo parecido al mercero. No me quiero ni imaginar cómo te debés sentir. Y qué se piensa esa mocosa saliendo con un casado, qué ejemplo para los hermanitos. Unas tanto y otras tan poco, vos por lo menos lo tenés al Omar, yo ni siquiera eso. Lo que daría por tener un compañero para aunque más no sea me ayude con mamá y papá. Pobres viejos, yo los quiero, vos sabés, pero cada día me dan más trabajo. La cintura no me da más de la máquina de coser, y ni siquiera con eso me alcanza, me compré en cuotas una de tejer para hacer algo más. Hay que parar la olla querida.
Ya nos juntaremos cuando vuelvas. Mamá y papá te esperan como siempre. ¡No te olvides de la torta marmolada!
Te mando un beso
Beba
Pd: Quedate tranquila que no le cuento nada a nadie, sabés que soy una tumba.
10.-Beba a Pirucha
Buenos Aires, 23 de enero de 1980
Querida Pirucha,
espero que al recibo de estas líneas se encuentren todos bien quedando nosotros igual gracias a Dios.
Lamentablemente, no voy a poder ir a Chivilcoy en estos días, entre el trabajo y el cuidado de mis padres no me queda tiempo para nada. Igual, no creo que podría ser de mucha ayuda. Los problemas de familia, se arreglan en la familia, los de afuera somos de palo, es mejor no meterse entre los hermanos. Si te metés en el medio, ellos después se arreglan y una queda mal parada. No te creas que no te entiendo, la conozco a Cuca mejor que vos, pero bueno, es la hermana de tu marido y sólo tiene buenas intenciones.
Disculpame que te escriba una carta tan corta pero tengo que entregar 10 pantalones para mañana y no quería dejar de responderte para que no me esperes.
Sin más que decir, te mando un beso grande para todos.
Beba
PD: Yo también hago fideos de paquete, los de la fábrica de pastas están muy caros.
11.-Cuca a Pocha
Chivilcoy, 25 de enero de 1980
Querida Pocha:
espero que al recibo de esta carta se encuentren todos bien como así también todos nosotros.
No te preocupes por el paquete, si no podés entrar, no podés. No me acordaba de lo de la llave. Igual, creo que Omar se vuelve antes, así que lo mandará él. Y si no cuando vuelva lo mando yo, tampoco es tan urgente. Lo que pasa es que yo voy a esperar que mi hermano el Juan Oscar vuelva del campo. Lo quiero ver y aparte hablar con él, cosas de familia.
No tengo muchas cosas más para contar, por suerte el clima está mejor pero mucho de la Pelopincho no pudimos disfrutar igual. Todos los días vienen mis sobrinos, los más chiquitos, la madre aprovecha que mi hermano no está para sacárselos de encima y los manda para acá. Hacen mucho lío, así no se puede. Ni hablar que hay que hacerles la leche todas las tardes. Y mi hermana no les dice nada, vos viste cómo es, se aguanta cualquier cosa con tal de no discutir. Así andamos.
Contame vos cómo andan ustedes, supongo que la Nancy te dará una mano con los mellizos. Una cosita, el otro día me enteré que se cartea con mi sobrina Claudia, ojo, no es por nada, pero no creo que sea muy buena influencia, ya te contaré a mi regreso, no son cosas que se hablan por carta, digamos que no anda en muy buena compañía. La verdad querida que una tiene que estar en todo en estos días, hay que andar con 4 ojos, las chicas de ahora no sé qué se piensan, hay que estar atenta, más vale pasar por desconfiada que confiarse demasiado y después pagar los platos rotos, lo que abunda no daña.
Bueno, Pochita querida, creo que esta será mi última carta en estas vacaciones si Dios quiere.
Cariños
Cuquita
12.- Cuca a Beba
Chivilcoy, 28 de enero de 1980
Querida Beba:
espero que al recibo de esta carta se encuentren bien quedando nosotros así a Dios gracias. Muchas gracias por tu carta, es tan importante tener a alguien en la familia en quien confiar y a quien contarle los problemas. Tenés razón, tengo que aprender a poner límites, una no le puede solucionar la vida a todo el mundo mucho menos a la familia. Como te conté, había pensado quedarme hasta que volviera el Juan Oscar para decirle lo que opino, pero si a él no le importa allá él. Al hijo ya le dio el apellido y si yo me puedo dar cuenta que es igual al mercero que va todas las tardes a tomar mate a la casa él también se puede avivar. A lo mejor ni le importa. Para qué me voy a meter. Y todos saben que la hija está noviando con un casado y nadie hace nada para enderezarla. Hija mía no es, que se arreglen, y cuando les aparezca con un regalito a llorar a la iglesia. La que me da lástima es Angélica, pero no puedo hacer más, tampoco me voy a venir a vivir acá, descuidar mi casa y mi marido, porque ella está sola. Mi sobrino anda todo el día en la calle con la noviecita, el otro día le dije “mirá que la casa de tu mamá no es un hotel para venir a comer y dormir nada más” pero le entró por un oído y le salió por el otro. Así le paga todos los sacrificios que hizo por él.
Te agradezco tanto que me hayas abierto los ojos. El 2 de febrero nos tomamos el tren de vuelta porque Omar empieza a trabajar el 5. Ni me quiero imaginar cómo se me deben haber puesto las plantitas con estos calores. Le pedí a mi vecina la Pocha que me hiciera el favor de ir a regarlas pero parece que perdió la llave y no pudo. La vida es así, querida, una vive haciendo cosas por los demás pero cuando necesitás algo todos brillan por su ausencia.
Apenas acomode todo un poco los voy a visitar, les llevo la torta a los tíos y me contás cómo andás con esa máquina de tejer, me imagino que te deben salir unos pulóveres hermosos. Capaz te encargo uno pero eso sí me tenés que prometer que me lo vas a cobrar si no no te encargo nada. Cuentas claras conservan la amistad.
Te manda un beso muy grande tu prima que tanto te quiere
Cuca
13.- Cuca a Beba
Chivilcoy, 28 de enero de 1980
Beba:
espero que al recibo de esta carta se encuentren todos bien quedando nosotros del mismo modo.
Beba, sos una falluta. No sé si habrás leído la otra carta que te acabo de despachar. Olvidate de todo lo que te dije. Traicionera, te hiciste la buenita y venías con el cuchillo abajo del poncho. Sí, querida, apenas volví de tirarla en el buzón, encontré la carta que le mandaste a la Angélica. Ya sé que el correo es privado pero me tenté. Y gracias a Dios que la leí, así ahora sé bien qué clase de persona sos. A Angélica ya la voy a agarrar y le voy a cantar las 40, vaya a saber qué te habrá dicho para que digas todas esas porquerías de mí. Estoy muy dolida, una viene a tratar de ayudar un poco a la familia y así te pagan. Histérica de la limpieza yo, por favor, será que medís a todos con tu propia vara porque las cosas como son, querida, al pan y al vino vino, tu casa es una mugre, nunca te dije nada por lástima, porque sé todo lo que hacés para aguantar a esa vieja enferma y diabética que tenés y a ese padre que está siempre borracho como una cuba. Como para conseguir novio, así no hay hombre que te aguante. Porque en algo tenés razón, no sé lo que es quedarse sola porque, gracias a Dios y a la Virgen de Pompeya, tengo un marido que me quiere y a quien cuido para que siga así, para no terminar como vos, solterona, amargada y envidiosa. Encima me criticaste a mi hermana, a ella la critico yo nomás que para eso soy la hermana, los de afuera son de palo. Pretender darme consejos a mí, ¡a mí! Siempre fuiste una cursienta.
Cuca
PD: Olvidate de mi torta marmolada para siempre.
Epílogo.-
Cuca le dijo a Omar que en el futuro quería volver a sus vacaciones en Mar del Tuyú y Omar le dijo que bueno. Cuando se van, le deja las llaves a Pocha para que le riegue los malvones, a la vuelta siempre le trae algún regalito: media docena de alfajores, un caballito de mar que cambia de color según el clima y ese tipo de cositas. Pocha sigue luchando con la gastroenteritis de Ramón así que los alfajores los tira para que él no se tiente. El caballito y esas cositas las usan los mellizos para jugar a los soldaditos. A veces, se rompen.
Angélica lo sigue extrañando a Juan Alberto pero los domingos da la vuelta del perro con Luisito y la novia en el auto, después se sienta un rato en la plaza y come un alfajor que siempre le regala Sergio, el quiosquero. Sergio finalmente se separó de la mujer y al poquito tiempo Claudia quedó embarazada, muchos dicen que así lo enganchó pero a ella no le importa. Cuando el nene cumpla un año lo bautizan y aprovechan y se casan (“o algo así”, dijo Cuca, “casarse casarse, no pueden.”), una sola ceremonia y fiesta para ahorrar. Cuando hace calor, los hermanos de Claudia llevan al bebé a la Pelopincho de Angélica. Los hijos de él están chochos con el hermanito. La ex, no.
A Beba no le habla más nadie de la familia pero mucho no le importa porque se puso de novia con el panadero, el viudo; no sabe si lo quiere pero por lo menos tiene un cuarto de miñones gratis todos los días y los domingos una docena de facturas. Él además la ayuda con el cuidado de sus padres y entonces ella le teje pulóveres.
Juan Oscar volvió del campo y todas las tardes juega al tute con el mercero, mientras la mujer les ceba mate.
Rodolfo sigue casado con Pirucha, por supuesto.
Los cuatro hermanos se juntan sólo para la cena de Navidad, Cuca va a Chivilcoy el 24 y se vuelve el 25. Ya no se queda varios días en la casa de Angélica. Pirucha siempre lleva huevos rellenos, medio para cada uno, y una lata de duraznos y otra de ensalada de fruta, para mezclar.