ropa que camina
cuerpo invadido por bicicletas sin
frenos ni cadenas
pedaleo de la nada
bomba desactivada
café perpetuo
tele de fondo imperturbable
palabras mudas y encerradas en
celulares que se mueren
sucesión interminable de azares
efímeros
vidrio quebrado en un
portarretratos que nadie va a cambiar
porque ya a nadie le preocupa que
esté roto
el día se termina
alivio
el problema es que también se
termina la noche
mezclar entonces verdad con una
pizca de burla
y que ya no importe
lo que el otro piensa cuando duerme
volver
apagar la luz
tirarse en el sillón
prender un pucho
nada más
silenciosas pensadoras tristes
afligidas
envenenadas aburridas dicharacheras
desprejuiciadas sofisticadas
complicadas
correctas emotivas lloronas mustias
quejosas
describilas como quieras
una en todas y al revés
son conchas
argollas que sudan
y que cada tanto deciden
que las penurias tienen que
aprender a esperar
y que cada tanto deciden
hervir un conejito aunque sea el
propio
y que cada tanto deciden
seguir
entonces
entre sonrisa y sonrisa
se escapa
una atisbo
una fuga
una grieta
y ríen a más no poder.