viernes, 14 de febrero de 2020

Esa transparencia que te rodea - 23

Mamá me enseñó
que las líneas amarillas están
para no cruzarlas
ni pisarlas.
En un equilibrio frágil innecesario e inútilmente peligroso
con la cabeza ligeramente inclinada
y la boca levemente entreabierta
miro un desfile de fotos rotas
de pensamientos rotos
de objetos rotos
de personas rotas.
Las palabras gritan
en algún lugar del estómago.
Me acaricio la cara caminada
y me prometo que un día
sin lavarme las manos
voy a dejar esta vida
de reloj pulsera
de sueños con cajones
de líneas amarillas.
Un día.
Mamá me enseñó.

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