Vos querés cerrar la puerta
pero las bisagras se oxidaron
hace mucho tiempo.
Golpeás, das patadas,
empujás, gritás,
llorás, implorás,
puteás, rezás,
insistís.
Se niega,
queda abierta.
Tus cartas,
aunque ya no las juegues
ni las leas
ni las marques,
quedarán a la vista por siempre.
Querés quemar todo
pero nadie te alcanza un fósforo.
Y vos sola no podés.
martes, 26 de noviembre de 2019
Esa transparencia que te rodea - 5
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